Esta serie surge de un viaje de vuelta en autocar de León a Valladolid. Invierno, cielo plomizo, el sol que trata de colarse entre las nubes…
Me fascinaron las vistas desde la ventanilla, parajes sin aparentemente ningún atractivo que encontraban su encanto bajo esa luz del atardecer, y me puse a hacer fotos con el móvil que me servirían después de inspiración.
A partir de entonces, ese y otros viajes me han servido como referencia para realizar esta serie de paisajes en movimiento.
He querido también que sean una alegoría a esta «España Vaciada» en la que vivo: paisajes áridos en los que no se aprecia un alma, el ocaso de una tierra cada vez más envejecida, esas carreteras y esos paisajes que recorren miles de jóvenes emigrados para volver a casa a ver a sus familias, y en algunos casos, el sol, la luz y el color en el horizonte que representan la esperanza de un futuro mejor en el que poder regresar.







































